Buscando el tratamiento más adecuado para la Hipertensión Arterial o Presión Alta

Luego de revisar su estado de salud completamente, incluyendo cualquier posible complicación por Diabetes, el médico escogerá el mejor tratamiento para usted. Si requiere medicinas, éste tratará de prescribir la dosis mínima que pueda ser efectiva, luego incrementará la dosis o cambiará el tipo de medicina si la Hipertensión no ha sido controlada adecuadamente. Probablemente a su médico y a usted les tomará varias semanas conseguir un tratamiento en que se logre el mejor control con los menores efectos secundarios. Por lo general se recomienda comenzar con un tratamiento a base de bloqueadores de los canales de calcio, inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (inhibidores ACE), antagonistas de la angiotensina II y alfabloqueadores. Actualmente estas medicinas son las más recomendables para controlar la Hipertensión en personas con Diabetes, ya que éstas tienen pocos efectos secundarios adversos y generalmente no empeoran las complicaciones de la Diabetes.

Al comenzar un tratamiento a base de medicinas se pueden presentar efectos secundarios menores, como por ejemplo: dolores de cabeza, depresión, problemas con el sueño, fatiga, etc.; estos problemas generalmente desaparecen pocos días después, cuando el cuerpo se adapta a las medicinas. Si por el contrario, los síntomas persisten, probablemente su médico haga un cambio en la medicina o la dosis. Recuerde que siempre le debe reportar al médico cualquier problema que se presente.

La Hipertensión es una enfermedad crónica que generalmente es para toda la vida, sin embargo, en algunas ocasiones es posible reducir la dosis de medicamentos con el tiempo, sobre todo si usted pierde peso, hace más ejercicio y tiene una dieta apropiada.

Algunas personas con hipertensión suave han sido capaces de eliminar sus medicinas por completo, pero recuerde que usted nunca debe dejar de tomar sus medicinas sin orden del médico.

Si usted no se ha chequeado su presión arterial este año, hágalo pronto. No deje que esta enfermedad silenciosa lo agarre por sorpresa.

Recuerde que todos debemos chequear nuestros niveles de presión arterial con frecuencia, para asegurarnos que todo está bien y, de no ser así, la detección precoz es vital para prevenir los severos daños que la hipertensión arterial puede producir si no es atendida a tiempo. La buena noticia es que si usted controla bien sus niveles de hipertensión arterial puede disfrutar de una excelente calidad de vida.

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Medicamentos para la Hipertensión Arterial o Presión Alta

Cuando usted es diagnosticado con Hipertensión Arterial o Presión Alta en la sangre, su médico intentará primero, controlarla sin necesidad de medicinas, mientras le hace los exámenes y pruebas necesarias para determinar la causa de que sus niveles de presión arterial se eleven. Para ello le indicara que siga un plan nutricional, incremente su actividad física, reduzca su peso corporal, y haga ciertas modificaciones en su estilo de vida. Si esto no funciona, entonces su médico procederá a prescribirle uno o varios medicamentos para poder controlar adecuadamente su nivel de presión arterial.  Las medicinas reducen la presión arterial al reducir el volumen de la sangre, disminuyendo la fuerza y velocidad de los latidos del corazón o disminuyendo la resistencia de los vasos al flujo sanguíneo.

Si su presión sistólica se encuentra entre 140 y 159 mm Hg, y su presión diastólica oscila entre 90 y 99 mm Hg, usted tiene la Primera Etapa de presión arterial alta. En éste caso, su médico podría recetarle uno de los siguientes medicamentos:

  • Diuréticos- Los diuréticos o pastillas de agua, hacen que sus riñones expulsen más cantidad de agua y sal. Esto reduce el volumen del flujo sanguíneo, y, por lo tanto, la presión arterial.
  • Betabloqueadores (Metoprolol, Nadolol y Atenolol) – Estos bloquean los efectos del sistema nervioso autónomo sobre el corazón, haciendo que los latidos sean más leves y menos frecuentes, reduciendo así la presión arterial.
  • Bloqueadores de los canales de calcio (Amlodipina, Diltiazem y Nifedipina) – Hacen que los vasos sanguíneos se relajen y a la vez se dilaten, evitando que el calcio entre en las células musculares del corazón, lo que reduce la presión arterial.
  • Antagonista de la Angiotensina II (Losartán, Candesartan y Valsartan)- Demostró el efecto protector renal que ofrece este medicamento, al bloquear el Sistema Renina-Angiotensina (RAS) ayudando a revertir o prevenir el daño renal en su etapa inicial (microalbuminuria) y los niveles de hipertensión.
  • Las estatinas son un medicamento que bloquea una enzima hepática, inhibiendo de esa manera la producción de colesterol en el hígado. Las estatinas se recetan en aquellas personas que tienen elevados niveles de colesterol en la sangre o que tienen riesgo de tener trastornos del sistema circulatorio, en particular de Ateroesclerosis.

En el caso de tener presión arterial de Segunda Etapa, que ocurre cuando su presión sistólica es mayor de 160 mm Hg, o su presión diastólica es mayor de 100 mm Hg, o ambas están altas, su médico podría recetarle una combinación, de al menos, dos de los medicamentos arriba mencionados.

Todas las medicinas pueden causar efectos secundarios, pero para poder reducirlos, muchos fabricantes acostumbran combinar dos agentes en una sola tableta, como por ejemplo un inhibidor ACE y un diurético, de esta manera la dosis de cada uno es tan pequeña, que los efectos adversos son limitados, mientras la hipertensión es controlada efectivamente. Algunas veces se combinan dos medicinas con efectos secundarios opuestos, por ejemplo, un diurético que hace que su cuerpo pierda potasio, con otro que lo conserva. La combinación de pastillas ofrece algunas ventajas, pero también hace que su médico pierda flexibilidad a la hora de cambiar la dosis de cualquiera de ellas.

En el caso de que ninguno de estos medicamentos o sus combinaciones, sea efectivo para bajar su presión arterial, entonces su médico puede que le recomiende tomar alfabloqueadores o vasodilatadores, los cuales inhiben la secreción de ciertas sustancias químicas que comprimen los vasos sanguíneos, reduciendo así la presión arterial. Es importante mencionar que estos medicamentos son fuertes y pueden ocasionar más efectos secundarios que los otros medicamentos ya mencionados.

Asimismo, debe tener presente que, si su presión arterial es muy alta, debe ser controlada rápidamente, ya que puede ocasionar daños en las arterias, daño renal e insuficiencia cardíaca. Por lo anterior puede que su médico le recomiende un tratamiento con hasta 3 medicamentos diferentes con el objetivo de controlar su presión arterial a niveles normales.

Su médico es el único que puede prescribirle un medicamento para controlar su presión arterial alta, ya que sólo él, conoce su historial médico y requerimientos individuales. Cuando el médico le prescriba alguna medicina, éste debe informarle y advertirle acerca de cualquier efecto secundario que pueda usted pueda presentar y al mismo tiempo, le indicará que debe hacer en cada caso, manteniendo una supervisión estricta durante las primeras semanas de tratamiento para asegurarse de que todo esté funcionando correctamente. Nunca tome un medicamento que alguna persona le haya recomendado, ya que esto podría ocasionar serios problemas de salud.

En Diabetes al Dia nuestra misión y compromiso es ofrecerles la más confiable y completa fuente de educación e información actualizada en materia de Diabetes, para que adquieran todos los conocimientos necesarios que les permitan disfrutar de una vida más saludable, productiva y feliz.

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Tratamiento para la Hipertensión Arterial con medicinas

Si luego de varias semanas de dieta y cambio de hábitos, su presión sanguínea no ha sido controlada efectivamente, el médico posiblemente le indicará medicamentos. Pero algunos antihipertensivos pueden causar efectos no deseados en personas con Diabetes.

Algunos antihipertensivos afectan los niveles de azúcar en la sangre, por ejemplo: los diuréticos y betabloqueadores pueden elevar los niveles de azúcar en la sangre, al retardar el influjo de insulina producida en el páncreas y provoca que ésta trabaje de manera más ineficiente. Esto sólo afectará a personas con Diabetes Tipo 2, debido a que las personas con DiabetesTipo 1 ya no producen insulina.

Si usted tiene Diabetes Tipo 2 y necesita tomar diuréticos y betabloqueadores, su médico puede controlar los elevados niveles de azúcar en la sangre reajustando su tratamiento para la Diabetes.

Los betabloqueadores también pueden provocar insensibilidad a los síntomas prematuros de la Hipoglicemia (bajo nivel de azúcar en la sangre) por lo tanto, si usted requiere insulina o hipoglicemiantes orales y, además usa betabloqueadores, necesita monitorear sus niveles de glicemia con mayor frecuencia para evitar la Hipoglicemia. En raras ocasiones, los betabloqueadores también pueden prolongar las reacciones de Hipoglicemia. Debido a que los betabloqueadores tienen tantos efectos potenciales adversos en personas con Diabetes, los médicos tratan de no usarlos con este tipo de pacientes, sin embargo, en algunos casos es necesario hacer algunas excepciones, como por ejemplo en ciertos tipos de enfermedad cardiovascular como contracción de los vasos coronarios, donde los betabloqueadores son la mejor alternativa, además son el único tipo de antihipertensivos que ha demostrado prolongar la vida después de un ataque al corazón.

Algunos antihipertensivos podrían empeorar algunas complicaciones o condiciones asociadas a la Diabetes:

  • La disfunción eréctil es una complicación muy común en hombres con Diabetes. Algunos antihipertensivos pueden empeorar esta situación. Informe a su médico sobre cualquier problema que tenga con disfunción sexual, antes de comenzar y mientras esté bajo un régimen de antihipertensivos.
  • Las personas con Diabetes en algunos casos presentan también elevados niveles de colesterol y triglicéridos. Los diuréticos, y betabloqueadores pueden incrementar estos niveles a corto plazo.
  • La enfermedad vascular periférica es el daño a las arterias (pequeñas y grandes), tornándose estrechas y reduciendo el flujo sanguíneo. Ciertos tipos de betabloqueadores pueden deteriorar más aún estas arterias en pacientes con enfermedad vascular periférica severa. Las estatinas son medicamentos que han demostrado ser muy eficientes en el control de los niveles de colesterol y la proteína C reactiva, que son las principales causas de ataques al corazón, convirtiéndose en una excelente alternativa de tratamiento.
  • La Nefropatía Diabética o enfermedad del riñón, puede causar Hipertensión y ésta a su vez puede empeorar la enfermedad renal. Por esta razón, los pacientes con enfermedad renal necesitan dar un cuidado especial a la Hipertensión. Los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina o inhibidores ACE (Captopril), son por lo general una buena alternativa para personas con Diabetes, estos generalmente también disminuyen la progresión de la enfermedad renal, pero en algunos casos, también pueden elevar los niveles de potasio en este tipo de pacientes. Otro medicamento que ha demostrado ser un excelente protector renal y que además ayuda a mantener los niveles de Hipertensión controlados, son los antagonistas de la angiotensina II (Losartan), que además han demostrado que pueden revertir la progresión de Nefropatía Diabética en su fase inicial (microalbuminuria).
  • La Neuropatía autonómica es una complicación de la Diabetes que puede incapacitar al sistema nervioso para que proteja al cuerpo de la baja presión arterial. Los pacientes con Neuropatía autonómica deben evitar medicamentos que interfieran con el flujo de ciertas sustancias químicas del sistema nervioso autónomo.

Otros problemas metabólicos presentes en algunas personas con Diabetes, pueden complicar el tratamiento de la Hipertensión. Los diuréticos pueden reducir los niveles de potasio, o magnesio, lo que puede originar disturbio en el ritmo del corazón. Si esto sucede se deben tomar pastillas de potasio y magnesio.

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Controlando la Hipertensión Arterial sin necesidad de Medicinas

Antes de tratar la Hipertensión Arterial, el médico debe tener la historia médica del paciente y realizarle exámenes físicos, así como de laboratorio, para tratar de determinar las causas y efectos que han provocado la Hipertensión. Estos exámenes incluirán Rayos X de tórax para averiguar si el corazón está ensanchado, un electrocardiograma para conocer las condiciones del corazón y exámenes de sangre y orina para chequear la función de los riñones.

A menos que su presión sanguínea sea peligrosamente elevada, el médico tratará de controlarla usando un tratamiento sin necesidad de medicamentos. Éste le aconsejará tratar de reducir el exceso de peso que tenga, a través de un régimen de alimentación y ejercicios adecuados. El sobrepeso puede causar Hipertensión Arterial, y la reducción en el peso puede revertir la Hipertensión Arterial que esté relacionada con la obesidad.

Dieta
Su médico puede recomendar una dieta baja en grasas para reducir de esta manera el riesgo de que éstas se acumulen en las arterias, así como también reducir la ingesta de sal. La dieta típica americana, contiene alrededor de 10 gramos de sal al día; reducir ese consumo a la mitad (5 gramos), es suficiente para controlar la Hipertensión Arterial en un tercio de los pacientes. Si usted debe seguir un régimen bajo en sal, un dietista le ayudará a diseñar una dieta balanceada, en este caso es importante que no elimine la sal por completo ya que el cuerpo necesita sodio para funcionar bien.

Ejercicio

El ejercicio moderado debe formar parte de su estilo de vida habitual. Si va a comenzar un programa de ejercicios, es recomendable que primero consulte con su médico. Las actividades recreativas y de esparcimiento también deben ser factores a considerar, ya que le ayudan a relajarse y liberar el estrés. Además el ejercicio le ayudará a mantener un peso ideal y esto a su vez repercutirá en un mejor control de su presión arterial.

Peso

Si usted tiene sobrepeso, su médico le indicará como disminuir la cantidad de calorías que ingiere al día para bajar de peso.

Se ha sabido por años que fumar causa hipertensión, ya que va dañando los vasos sanguíneos. Si usted fuma debe renunciar al cigarrillo. Un nuevo estudio ha demostrado, además, un efecto negativo a corto plazo: “mientras usted se está fumando un cigarrillo, su presión sanguínea se está elevando, debido a que la nicotina contrae los vasos sanguíneos”.

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¿Cómo saber si tenemos y qué puede causar Hipertensión Arterial o Presión Alta?

Es fácil averiguar si usted tiene Hipertensión, sólo necesita ir a su médico y hacer que éste chequee su presión arterial. Cuando le tomen la tensión se reportarán dos números, por ejemplo, 120 mm de Hg y 80 mm de H, o como se dice en el argot médico: 120 sobre 80. El primer número se denomina Presión sistólica y ocurre cuando el corazón se contrae. El segundo número es la Presión diastólica y ocurre cuando el corazón se dilata. Los valores de presión sistólica normales oscilan entre 90 y 130 mm de Hg, y los de presión diastólica entre 60 y 85 mm de Hg. El nivel ideal de presión sistólica es de 120 mm de Hg y el de presión diastólica es 80 mm de Hg.

Según los resultados que haya arrojado su chequeo de presión arterial, usted puede tener una de las siguientes condiciones:

  • Hipotensión con presión arterial baja: Cuando su resultado fue, presión Sistólica entre 50 y 90 mmHg y Diastólica entre 35 y60 mmHg.
  • Hipotensión con presión arterial levemente baja: Cuando su resultado fue, presión Sistólica entre 90 y 100 mmHg y Diastólica entre 60 y 70 mmHg.
  • Presión arterial normal: Cuando su resultado fue, presión Sistólica entre 100 y 130 mmHg y Diastólica entre 70 y 85 mmHg.
  • Hipertensión con presión arterial levemente alta: Cuando su resultado fue, presión Sistólica entre 130 y 140 mmHg y Diastólica entre 85 y 90 mmHg.
  • Hipertensión con presión arterial moderadamente alta: Cuando su resultado fue, presión Sistólica entre 140 y 160 mmHg y Diastólica entre 90 y 110 mm Hg.
  • Hipertensión con presión arterial muy alta: Cuando su resultado fue, presión Sistólica entre 160 y 230 mmHg y Diastólica entre 110 y 135 mmHg.

En algunas ocasiones, la presión sistólica es demasiado elevada mientras la presión diastólica permanece en niveles menores de 90 mm de Hg, esto se conoce con el nombre de Hipertensión Sistólica aislada. Una Hipertensión Sistólica aislada con niveles por encima de 160 mm de Hg es motivo de preocupación, tal como si se tratara de una Hipertensión en donde ambas presiones (sistólica y diastólica) sean elevadas.

¿Qué puede causar Hipertensión Arterial o Presión Alta?

La Hipertensión no en todos los casos se origina de la misma manera, algunas veces puede ser originada por un problema específico, como por ejemplo, insuficiencia renal, y ésta se denomina “Hipertensión secundaria”. Solamente una minoría de los casos es de este tipo, ya que en la mayoría no se consigue la causa aparente del problema, denominándose “Hipertensión esencial”.

Algunas investigaciones sugieren que la “Hipertensión Esencial” puede ser causada en algunos casos por resistencia a la insulina, la cual se piensa también que es la causa de la Diabetes Tipo 2 (no insulino dependiente). Algunas personas con resistencia a la insulina, tienen altos niveles de ella en la sangre, y esto puede causar que los riñones expulsen el agua y la sal más lentamente, elevando de esta forma los niveles de presión en la sangre. Además, los elevados niveles de insulina también pueden afectar al sistema nervioso autónomo y provocar la secreción de sustancias químicas que comprimen los vasos, provocando también Hipertensión.

En algunos casos, especialmente en personas con Diabetes Tipo 2, la edad puede facilitar que los vasos sanguíneos se tornen más angostos o estrechos. Estos vasos dañados le hacen mayor resistencia al flujo sanguíneo y aparece la Hipertensión. Luego esta Hipertensión va, a su vez, dañando las paredes de esos vasos, aumentando más y más la resistencia al flujo sanguíneo y la presión arterial.

Los valores de presión sistólica normales oscilan entre 90 y 130 mm de Hg, y los de presión diastólica entre 60 y 85 mm de Hg.

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¿Qué es y cómo se origina la Hipertensión Arterial o Presión Alta?

La Hipertensión o elevada presión arterial, es un problema que no suele anunciarse con gran cantidad de síntomas, más bien, suele ocultarse actuando en silencio, por eso también se le conoce como la “enfermedad silenciosa”.

Una persona puede no saber que presenta Hipertensión hasta que tiene un Infarto o un Derrame Cerebral; por eso es muy importante que se chequee periódicamente la presión sanguínea.

Con un simple chequeo usted podrá saber si tiene Hipertensión, así el médico podrá tomar las medidas para controlarla, y de esa manera evitar problemas.

Chequear su presión arterial es aún más importante si usted tiene Diabetes. Las personas con Diabetes tienen seis veces más de riesgo de desarrollar Hipertensión comparado con aquéllas que no tienen Diabetes.

La Hipertensión puede hacer que la insuficiencia renal aparezca más rápidamente si usted tiene problemas con el riñón o Nefropatía Diabética, y algunos expertos aseguran también, que la Hipertensión permite que progrese la Retinopatía Diabética, que es una complicación de la Diabetes en los ojos.

La Hipertensión daña los vasos sanguíneos; estos pequeños vasos alimentan los órganos del cuerpo, y el daño ocasionado a ellos puede afectar su cerebro, corazón, riñones, etc. Eventualmente su médico puede diagnosticarle Hipertensión y aconsejarle que haga ejercicio, mantenga un régimen nutricional adecuado, cambie ciertos hábitos de vida y le podrá recetar algún medicamento, pero el resto dependerá de usted.

¿Cómo se crea la presión en la sangre?

shutterstock_96218696Con cada latido, la sangre es bombeada del corazón a los vasos sanguíneos. Primero la sangre pasa por la arteria Aorta (la más grande del cuerpo humano), de ahí circula por los vasos, cada vez más pequeños. La presión que la sangre ejerce, dependerá del volumen de la sangre, el tamaño de los vasos sanguíneos y la fuerza y velocidad con que la sangre es bombeada por el corazón. En personas con Hipertensión uno o más de estos factores no son normales.

 

Volumen de sangre

El cuerpo humano tiene alrededor de cinco litros de sangre y la mitad está compuesta por sal y agua. Cuando la cantidad de agua y sal aumentan, el volumen de la sangre aumenta, por lo tanto, la presión de la sangre también aumenta.

Los riñones y las glándulas suprarrenales (que están ubicadas encima de los riñones) regulan el volumen de sangre, al regular la cantidad de agua y sal que debe haber. En circunstancias normales, si una persona come mucha sal y luego toma mucha agua, los riñones expulsarán por la orina el exceso de ambas. Esto hace que el volumen de agua y sal en la sangre permanezcan en niveles normales, por lo tanto, el volumen de la sangre no se incrementa y por consiguiente la presión de ésta sobre las arterias y vasos, tampoco aumenta.

Si por el contrario, los riñones detectan que el volumen de la sangre es bajo, envían una señal a las glándulas suprarrenales y éstas producen Aldosterona, que es una hormona que ayuda a los riñones a limitar la sal y el agua expulsadas por la orina, ayudando a que aumente el volumen de la sangre.

Tamaño de los vasos sanguíneos

El volumen de la sangre es un factor importante para que aumente la presión sanguínea, pero aún más importante es el grado de resistencia que la sangre pueda conseguir a su paso, mientras fluye a través de vasos cada vez más angostos. Imagine una manguera donde el agua fluye libremente, ésta no ejercerá mayor fuerza para poder salir por el extremo contrario. Ahora imagine, que coloca una tapa u obstáculo a la manguera, en ese caso, el agua debe ejercer una fuerza mayor y la presión de ésta sobre las paredes de la manguera aumentará.

De esta misma manera sucede con la sangre y los vasos sanguíneos cada vez más angostos que ejercen una mayor resistencia a la sangre creando un aumento en la presión de ésta.

Fuerza y velocidad de los latidos del corazón

Existe otro factor para el aumento de presión en la sangre, y es la fuerza y velocidad con la que el corazón bombea la sangre a los vasos sanguíneos. Mientras más rápida y fuerte es bombeada la sangre, mayor será la presión ejercida por ésta.

El corazón y los vasos sanguíneos están muy influenciados por el sistema nervioso autónomo. Este sistema controla los procesos del organismo que no requieren actos conscientes, como por ejemplo la digestión, sudoración, etc. El sistema nervioso autónomo también afecta la presión sanguínea al provocar la secreción de ciertas sustancias que alteran el diámetro de los vasos y la frecuencia e intensidad de los latidos del corazón.

Algunas de estas sustancias químicas hacen que los vasos se compriman, creando mayor resistencia al flujo sanguíneo y elevando la presión, también otros químicos hacen que los vasos se expandan, reduciendo de esta manera la presión sanguínea.

Otras sustancias químicas hacen que los latidos del corazón sean más fuertes y rápidos, lo que eleva la presión en la sangre. Cuando una persona está bajo estrés, el sistema nervioso autónomo provoca la secreción de adrenalina, aumentando la velocidad y la fuerza de los latidos del corazón y por consiguiente la presión arterial.

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