¿Qué es Hígado Graso o Esteatosis Hepática y porqué la Diabetes Tipo 2 es un factor de riesgo de desarrollarla?

La Esteatosis Hepática o Hígado Graso, es tan solo uno de los tantos problemas de salud ocasionados por el estilo de vida que llevamos actualmente, caracterizado por el excesivo consumo de alimentos industrializados y comida chatarra, el sedentarismo o la falta de actividad física, el acelerado aumento de peso, el exceso de grasa acumulada en la cintura y el intenso estrés que forma parte de nuestra rutina diaria. Todos estos elementos, que hacen mucho daño a la salud, son los responsables de las epidemias de sobrepeso, obesidad y Diabetes Tipo 2, que encabezan la lista de los factores de riesgo o causas que ocasionan la Esteatosis Hepática o Hígado Graso.  Se calcula que aproximadamente un 76% de los casos de Hígado Graso son personas obesas y del 34% al 75% son personas con Diabetes Tipo 2.

La Esteatosis Hepática es el daño al hígado causado por la acumulación de grasa, en especial de triglicéridos. Lamentablemente, estos daños, si no se detectan y controlan a tiempo, avanzan a etapas más severas, pudiendo llegar a causar Cirrosis Hepática, elevando la mortalidad por esta causa.

Afortunadamente, si nos mantenemos informados acerca de cualquier problema que se pueda presentar y sabemos cómo, detectarlo en su etapa inicial, tratarlo y controlarlo de manera eficiente para prevenirlos, minimizarlos o detener su progresión, este daño no afectarán nuestra calidad de vida.

Por Joe Cardozo

La Esteatosis Hepática es una condición que se presenta cuando hay obesidad marcada o elevados niveles de triglicéridos que se acumulan en el hígado, por eso también se le conoce como Hígado Graso.

Unas de las principales causas o factores de riesgo de la Esteatosis Hepática o Hígado Graso son, la obesidad (especialmente obesidad mórbida), y la Diabetes Tipo 2.  Se calcula que aproximadamente un 76% de las personas obesas tienen Hígado Graso, comparadas con tan sólo un 16% en aquellas personas que tienen un peso normal. En el caso de personas con Diabetes Tipo 2, la incidencia de Hígado Graso es de 34% al 75%, donde el porcentaje de riesgo se incrementa proporcionalmente, de acuerdo al exceso de su peso corporal.

La Hipertensión Arterial, los elevados niveles de colesterol y triglicéridos (Dislipidemias), el exceso de grasa en el tejido adiposo de la cintura y la resistencia a la insulina, conforman el Síndrome X, mejor conocido como Síndrome Metabólico, que es el principal responsable del desarrollo de Esteatosis Hepática o Hígado Graso.

Otros factores de riesgo o causas que pueden producir Esteatosis Hepática o Hígado Graso son, pérdida brusca de peso corporal, determinadas enfermedades metabólicas hereditarias, Hepatitis C, desnutrición, exceso de hierro en el organismo, Tuberculosis, virus de inmunodeficiencia humana, lipodistrofias, aspirina, cocaína, Apnea del Sueño, Desórdenes de las glándulas endocrinas (glándula Tiroidea y glándula pituitaria), Síndrome de Ovario Poliquístico, enfermedades intestinales, procedimientos quirúrgicos de derivación gástrica para el tratamiento de la obesidad (cirugía bariátrica o bypass gástrico) y el uso de algunos medicamentos como los antiinflamatorios, bloqueadores de los canales de calcio (antihipertensivos) y los corticoides, entre otros.  Los corticoides elevan los niveles de glucosa en la sangre, facilitan la formación de células grasas o adipocitos en el tejido adiposo abdominal (de la cintura), comprimen los vasos sanguíneos y aceleran el ritmo cardíaco, aumentando el riesgo de tener sobrepeso, obesidad, dislipidemias, hipertensión arterial, Síndrome Metabólico y Diabetes Tipo 2.

Es normal que los órganos del cuerpo tengan un poco de grasa, pero en el caso del hígado, cuando el peso de éste se incrementa de un 5% a un 10% debido a la acumulación de grasa, se considera que la persona tiene Hígado Graso o Esteatosis Hepática.

Clasificación de la Esteatosis Hepática o Hígado Graso según la gravedad del daño

La Esteatosis Hepática se clasifica según el grado de lesión al hígado, y puede ser leve (fase inicial) o severa (fase avanzada).  El Hígado Graso simple e Hígado Graso con inflamación, son considerados leves o benignos, no manifiestan síntomas y no representan peligro significativo.  En etapas más avanzadas, que son el Hígado Graso con degeneración celular, e Hígado Graso con degeneración celular y fibrosis, aparecen lesiones severas que representan peligro y que incrementan el riesgo de cirrosis hepática, ocasionando serios daños e incluso aumentando la tasa de mortalidad por esta causa.

Afortunadamente esta situación se puede prevenir o su progresión se puede retardar o detener con simples cambios en el estilo de vida. Adquirir hábitos de alimentación saludable, incrementar la actividad física, disminuir el consumo de bebidas alcohólicas, ejercer un adecuado control de sus niveles de glicemia y hemoglobina A1c y mantener los niveles de lípidos e hipertensión arterial en valores normales, son las recomendaciones básicas más importantes que debe tener en cuenta para disminuir la progresión de Esteatosis Hepática a etapas más severas y la aparición de cirrosis hepática, especialmente si usted tiene sobrepeso, obesidad, Síndrome Metabólico o Diabetes Tipo 2.

Síntomas de la Esteatosis Hepática o Hígado Graso

En su etapa inicial la Esteatosis Hepática no presenta síntomas, por lo que una persona con Hígado Graso podría pasar muchos años sin saberlo.  A medida que el daño en el hígado empeora, pasa a sus etapas más severas y cuando va progresando, se presentan los siguientes síntomas:  fatiga, debilidad general, pérdida de peso sin motivo aparente, náuseas, pérdida del apetito,  dolor en la parte superior derecha del abdomen, color amarillo en la piel y ojos (ictericia), manchas oscuras en la piel del cuello y las axilas (acantosis nigricans o pigmentaria), confusión, retención de líquidos (hinchazón o edema en las piernas y abdomen), picazón generalizada, sangrado gastrointestinal, insuficiencia hepática y atrofia muscular, entre otros.

Si usted tiene alguno de estos síntomas, consume bebidas alcohólicas en exceso, tiene una marcada obesidad, Síndrome Metabólico, Diabetes Tipo 2 o sospecha que pueda tener Hígado Graso, es importante que consulte con su médico cuanto antes, para que le realice los exámenes correspondientes y pueda hacer un diagnóstico precoz, y así evitar que el daño progrese a etapas más severas.

¿Cómo se diagnostica la Esteatosis Hepática o Hígado Graso?

En su fase inicial, la Esteatosis Hepática o Hígado Graso, se puede detectar con un simple examen de rutina para chequear cómo está su función hepática mediante exámenes de sangre que incluyen, conteo sanguíneo completo, nivel de albúmina en la sangre, función o enzimas hepáticas, que son la Bilirrubina y las Transaminasas (GOT y GPT), entre otras.  Por otro lado, también pueden requerirse pruebas Imageneológicas como, un Ultrasonido, Resonancia Magnética Nuclear (RMN) y Tomografía Computarizada (TC), con el cual se puede obtener una imagen completa de su hígado y así determinar si su hígado es más grande de lo normal.  En los casos donde existan por lo menos dos factores de riesgo, es recomendable realizar una biopsia hepática buscando depósitos de grasa, degeneración celular y tejido inflamado, fibroso o cicatrizado, con el cual su médico podrá determinar la evolución del daño hepático y buscar el tratamiento más indicado para evitar que el daño continúe progresando.  Es importante evitar que la Esteatosis Hepática o Hígado Graso avance a etapas más severas, ya que se ha demostrado que la evolución a Cirrosis Hepática, en un lapso de 10 años, se incrementa en un 21% cuando hay degeneración celular y a 26% cuando hay degeneración celular y fibrosis.

Tratamiento para la Esteatosis Hepática o Hígado Graso

El tratamiento de la Esteatosis Hepática o Hígado Graso se debe enfocar básicamente en minimizar las causas o factores de riesgo que la pueden ocasionar, es decir, las personas que tienen sobrepeso u obesidad deben bajar de peso, las personas que tienen Diabetes Tipo 2 deben mantener bien controlados sus niveles de glucosa en la sangre (glicemia) y hemoglobina A1c y en el caso de personas con Síndrome Metabólico, deben reducir la resistencia de sus células a la insulina y controlar los niveles de lípidos e hipertensión arterial.  Por otro lado, es muy importante que todos aquellos con factores de riesgo de desarrollar Esteatosis Hepática o Hígado Graso, reduzcan al máximo el consumo de bebidas alcohólicas y eliminen el cigarrillo.  Todo esto se puede lograr fácilmente adquiriendo hábitos de alimentación saludable, incrementando la actividad física y llevando una vida más tranquila, relajada y libre de estrés.

Actualmente existen varios medicamentos disponibles en el mercado que pueden ayudar y ser de utilidad para tratar la Esteatosis Hepática o Hígado Graso, aunque ningún estudio científico ha logrado probar el grado de eficiencia que estos medicamentos ofrecen.  Entre los medicamentos que se utilizan como tratamiento específico de la Esteatosis Hepática, intentando por un lado proteger las células del hígado y por otro contrarrestando la reacción inflamatoria, podemos mencionar el ácido ursodeoxicólico, y por sus efectos antioxidantes la vitamina E como la betaína y la S-adenosil-metio-nina (SAMe).

La clave está en prevenir, por lo que la recomendación más importante es minimizar los factores de riesgo o causas, para así evitar la aparición de la Esteatosis Hepática o Hígado Graso y chequear su función hepática con la regularidad que su médico le indique.

Mantenerse informado acerca de cualquier problema que se pueda presentar si usted tiene sobrepeso, obesidad o Diabetes, es de vital importancia para que evite o detecte a tiempo cualquier problema que pueda estar sucediendo y de esa manera no afecte su calidad de vida.

En Diabetes al Dia queremos enfatizar la importancia de la educación para poder prevenir problemas de salud

En Diabetes al Dia tenemos el firme compromiso de ofrecerles la más completa y confiable fuente de educación e información actualizada en materia de Diabetes, sus factores de riesgo y complicaciones, para que adquieran los conocimientos necesarios que les permitan lograr un óptimo control de sus niveles de glicemia y hemoglobina A1c en todo momento y así puedan disfrutar de una vida más saludable, productiva y feliz.