El buen control de la Diabetes cuando van a la Playa

Uno de los placeres de las vacaciones es poder caminar descalzo. Si su hijo(a) mantiene niveles de glicemia razonablemente controlados, cualquier cortada o herida que se cause deberá cicatrizar bien. Los niveles de glicemia constantemente elevados, pueden facilitar la aparición de infecciones, por consiguiente, es recomendable evitar problemas evitando andar descalzo. Sin embargo, no hay razón para que su hijo no deba andar descalzo, aunque es preferible no hacerlo. Si una herida o cortada se pone roja o le duele, haga que su médico la chequee.

En cuanto al bronceado, es bueno saber que el bronceador contribuye a la deshidratación y resequedad de la piel y los niños con Diabetes son más susceptibles a estas condiciones, especialmente cuando su nivel de glicemia está elevado. Además, con lo que se sabe acerca de los rayos ultravioleta, que pueden causar cáncer en la piel y resequedad, tiene sentido para todos, no sólo para las personas con Diabetes, la necesidad de proteger su piel con el uso de lociones protectoras creadas para tal fin.

Planificar es la clave para que su hijo(a) tenga unas felices y seguras vacaciones. Tal vez, usted se sienta abrumado algunas veces, al cargar comida y medicinas, pero el hecho de llegar a encontrarse sin estos elementos tan importantes del control de la Diabetes, puede hacerle sentir aún peor. En ese sentido, aunque quizás le tome un poco de “ensayo y error” lograr la combinación adecuada de insulina, comida y ejercicio, en menos de lo que usted piensa habrá logrado un régimen que garantizará un buen control de la Diabetes de su hijo(a) en sus vacaciones.

 Sugerencias en Caso de Insolación

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Síntomas:

  • Enrojecimiento de la piel y dolor al roce
  • Dilatación de la pupila
  • Piel seca, ocasionalmente con formación de ampollas
  • Pulso rápido, respiración dificultosa
  • Fiebre y dolor de cabeza

 

 

Recomendaciones Generales:

  • Coloque a la persona en sitio fresco
  • Cúbrale la cabeza con compresas frías
  • Si la persona está vestida, aflójele la ropa
  • Si pierde el conocimiento, colóquelo en posición horizontal con las piernas más elevadas que el resto del cuerpo
  • Llame con urgencia a un médico

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La Diabetes y los Viajes durante las Vacaciones

La inactividad por estar sentado en el carro durante muchas horas y el desorden de las meriendas en las autopistas o en el avión, pueden causar una fluctuación en los niveles de glicemia. La táctica de los padres de darles de comer a los hijos cuando están intranquilos durante el viaje en carro, puede ser problemática, ya que, aunque se trate de meriendas saludables, como por ejemplo cotufas, si se hace continuamente y por varias horas, pueden elevar los niveles de glicemia. Viajar a lugares donde haya diferencia de horarios, puede confundir aún más el horario de meriendas y de insulina.

Estrategias de Control

  • Antes de viajar en carro, consulte con el médico de su hijo(a) la posibilidad de incrementar la dosis de insulina NPH y empaque meriendas saludables para no tener que depender de la comida (no saludable) de la carretera. Incluya vegetales como por ejemplo: zanahoria rebanada, bebidas gaseosas, etc.

Además no olvide llevar para el viaje, dispositivos donde pueda jugar algún video juego, de ese modo su hijo(a) se mantendrá ocupado.

  • Cuando viaje por avión, pregunte con anticipación si el vuelo incluye alguna merienda o comida. Una comida regular (sin postre) es lo suficientemente saludable para su hijo(a). Lleve de todas maneras comida extra, como por ejemplo: frutas o galletas para complementar cualquier deficiencia en la comida que le den en el avión.
  • Si usted viaja a un lugar donde hay diferencia de horario, una pequeña alteración en la merienda puede ser todo lo que su hijo(a) necesita para cubrir esa hora de diferencia. Cualquier diferencia de horario mayor de una hora puede afectar el control de la Diabetes por lo que usted deberá buscar la forma de ajustar el régimen y el horario de administración de insulina. Establezca un horario con el médico de su hijo(a) en el que se tome en cuenta: la acción de la insulina, los horarios usuales de comidas, las meriendas y el cambio de horario del lugar al cual viajará. Además, asegúrese de empacar el monitor de glucosa, insulina e inyectadoras.
  • No se olvide empacar provisiones extras de insulina, inyectadoras, cintas reactivas de pruebas de sangre y orina y un kit de glucagón. Recuerde, que a lo mejor no consigue las medicinas que necesita en el lugar donde viajará.
  • Nunca viaje a lugares desconocidos o desolados, sin un kit de glucagón.

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La Diabetes y el Incremento de Actividad en las vacaciones

Los requerimientos de insulina de un niño que está todo el día sentado en clases, pueden disminuir en gran medida cuando el niño está jugando todo el día en vacaciones. Un incremento de actividad y un menor grado de estrés, contribuirían a un menor requerimiento de insulina (el estrés puede elevar los niveles de glicemia).

Además, en algunas ocasiones, la falta de apetito debido al calor, puede ser también un factor para que algunos niños estén hipoglicémicos (los niveles de glucosa en sangre estén por debajo de lo normal) los primeros días de vacaciones, hasta que sus dosis de insulina se ajusten.

Lo que podría ser más frustrante, es que el efecto de exceso de requerimiento de glucosa de las células después del ejercicio, dure varias horas después de culminado el ejercicio. Este efecto retardado puede durar de doce a veinte horas después del ejercicio y hacer más comunes las hipoglicemias en la noche o al día siguiente, luego de un día de bastante ejercicio.  Por lo anterior se recomienda, chequear los niveles de glucosa, hasta 24 horas después de hacer ejercicio intenso o prolongado.

Estrategia de Control

  • Si su hijo(a) ha experimentado hipoglicemia al comienzo de anteriores vacaciones, es posible que usted piense disminuir la dosis de insulina de su hijo(a) inmediatamente, pero hable con su médico antes de hacer estos ajustes.
  • Cuando los niños hacen ejercicio, sus organismos, generalmente, requieren más comida para contrarrestar las calorías quemadas. Deje que su hijo satisfaga esa necesidad natural, siempre y cuando esté en su peso normal.

Provea a su hijo con meriendas frecuentes y sustanciales para balancear los efectos hipoglicemiantes del ejercicio. Ofrézcale meriendas con intervalos de treinta minutos mientras esté realizando ejercicios fuertes como por ejemplo: fútbol. Las meriendas que incluyen proteínas o grasas como el queso, en adición a la fuente usual de almidón, ayudan a mantener un nivel aceptable de glicemia.

  • Si su hijo tiene sobrepeso corporal, pregúntele a su médico acerca de la posibilidad de reducir su dosis de insulina para que, de ese modo, no requiera comer más para contrarrestar el efecto hipoglicemiante del ejercicio. Menos insulina requiere menos comida para balancear sus efectos y menos comida, hace que sea más fácil controlar el peso corporal de su hijo(a).

Si el ejercicio es muy fuerte y prolongado, ambas estrategias, es decir, la reducción de la dosis de insulina y el aumento de la comida, pueden ser necesarias.

  • La natación representa una situación especial, ya que los instructores recomiendan no comer comidas sólidas, antes de nadar. Sin embargo, una comida una hora antes de entrar al agua, seguida de descansos cada veinte a treinta minutos para tomar jugo, tabletas de glucosa o una bebida con carbohidratos como por ejemplo “Gatorade”, balancean la glucosa que se pierde durante la natación.

En ciertos casos, reducir la dosis de insulina puede ser la mejor manera de evitar los episodios de hipoglicemia en la piscina. En todo caso, pídale consejos en esta materia a su médico.

  • Un niño activo en la playa o cualquier lugar donde realice mucha actividad, puede ser problemático si usted no lo puede controlar lo suficiente para que tome a tiempo sus meriendas. Asegúrese de empacar suficiente comida saludable. También es recomendable llevar una cava con suficiente bebida gaseosa regular (con azúcar para las hipoglicemias), además de sándwiches.
  • En días de ejercicio muy fuerte, chequee el nivel de glicemia de su hijo(a), antes de que vaya a dormir y eventualmente, durante la noche. Un monitoreo a media noche es una buena idea, aunque su hijo(a) haya tomado una buena merienda o haya tenido un nivel de glicemia razonablemente alto antes de dormir. Si el nivel de glicemia es menor de 100 mg/dl durante la noche, será necesario un poco de jugo y galletas para evitar una hipoglicemia.

El área donde a su hijo(a) se le inyecte la insulina, puede representar una diferencia en el control de los niveles de glicemia. Por ejemplo, si a su hijo(a) se le inyecta en el muslo, la insulina será más rápidamente absorbida durante el juego de fútbol. Rotar los sitios de inyección, especialmente hacia el abdomen, puede reducir la rápida absorción de la insulina.

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La Diabetes y los Cambios de Horario en las Vacaciones

En algunas familias, las vacaciones significan que los hijos se acuestan más tarde en la noche y duermen hasta más tarde en la mañana. Despertarse más tarde, a su vez, significa rodar la “hora pico” de la insulina, de modo que ya no coincide con las horas de meriendas establecidas puesto a que, todas las comidas y meriendas están comprimidas en un menor espacio de tiempo. El desayuno y el almuerzo pueden ser, particularmente, más cercanos debido a que, por un lado, el niño se levanta más tarde de la cama y en la tarde, sale a realizar juegos o deportes. Las actividades organizadas, tales como, competencias de baseball o tenis, son los factores que más influyen para romper el horario de las comidas, especialmente cuando se realizan a la hora de cenar. La interrogante para los padres es cómo balancear los tres factores: la dosis de insulina, la cena, y la actividad, para mantener un buen control de los niveles de glicemia de su hijo.

Estrategias de Control

Mantenga a su hijo dentro de un rango de no más de hora y media fuera de su horario regular en días de colegio. Por ejemplo, si su hijo generalmente se levanta a las 7:00 a.m. y se inyecta insulina a las 7:30 a.m., durante las vacaciones debe tratar de levantarlo máximo a las 8:30 a.m. y que se inyecte a las 9:00 a.m. Si su hijo desea seguir durmiendo, puede volver a la cama una vez que se haya colocado su insulina y haya desayunado.

Es importante que sepa cómo manejar las dosis de insulina según los cambios de horario.

  • Un niño (a) mayor de seis años, que en días de colegio hace una merienda a media mañana, puede que no la necesite en vacaciones o necesite una más pequeña, especialmente si el tiempo entre el desayuno y el almuerzo es menor de 4 horas. Una merienda (de media mañana) no será necesaria a menos que su hijo tenga mucha actividad durante las mañanas. Sin embargo, es recomendable que utilice las calorías contenidas en la merienda de media mañana (que no hizo) en una comida o merienda de la tarde o noche, cuando su hijo tiene mayor actividad física, para así evitar que tenga una hipoglicemia o bajos niveles de azúcar en la sangre. No deje de darle estas calorías (contenidas en la merienda de media mañana); recuerde que en esta edad, el niño está en plena etapa de crecimiento y requiere una cantidad específica de comida todos los días y además, el plan nutricional está basado en necesidades nutricionales individuales.

Los niños menores de seis años, no deben dejar de hacer su merienda de media mañana. Por eso, es importante que consulte al nutricionista para que le asesore en cuanto a los cambios de patrones alimenticios.

  • Los niños que tengan demasiada actividad en la tarde, necesitarán dos meriendas después de la cena, una a las 7:30 p.m. y otra antes de dormir, para, de esa manera, evitar que los niveles de glucosa desciendan demasiado, es decir, para evitar que tengan un episodio de Hipoglicemia.
  • Con la ayuda de su médico o educador en Diabetes, puede conocer mejor la acción de la insulina en su hijo y de esa manera, saber cuándo será su pico de acción al alcanzar la insulina su mayor potencia. Luego, ambos pueden planificar los horarios de las comidas y meriendas durante las vacaciones.
  • En el caso del problema que representa el posible juego de pelota pautado a la hora de cenar, no hay ninguna solución perfecta. Por lo general, una merienda grande antes del juego, la dosis de insulina y la cena después del juego, suelen ser efectivas para prevenir posibles hipoglicemias. En otros casos, la insulina y la cena antes del juego, pueden trabajar bien. En ambas situaciones, necesitará ser reducida la dosis de insulina Cristalina (de acción rápida).

Lo más seguro es que su hijo esté bien con tres inyecciones diarias de insulina: NPH y Cristalina (de acción rápida) antes del desayuno, Cristalina antes de la cena y NPH antes de dormir.

Este régimen ofrece dos ventajas: primero, la dosis de insulina Cristalina (de acción rápida) puede ser reducida, dependiendo de la cantidad de actividad que se realice o lo que la situación requiera. Segundo, no habrá mucha insulina NPH en el flujo sanguíneo para aumentar los efectos hipoglicemiantes de una tarde con mucha actividad.
Para decidir qué plan tendrá los mejores resultados en el control de la Diabetes de su hijo(a), tenga en cuenta sus horarios, patrones alimenticios y los controles de glucosa en la sangre habituales.

Para tener una idea de cómo una actividad en particular afecta los niveles de glicemia en su hijo, chequee frecuentemente sus niveles de glicemia capilar antes, durante y después del juego. Esta información, puede ayudarle a decidir las cantidades y tipos de comida que deberá darle a su hijo y en qué horario dárselas y cómo ajustar la dosis de insulina.

Veamos a continuación, cómo hace una familia para sobrellevar la falta de constancia en los horarios de comida de su hijo(a) en vacaciones. David es un niño de 10 años de edad, jugador de baseball y tiene Diabetes. Su régimen regular de Diabetes en vacaciones es el siguiente: Insulina NPH y Cristalina a las 8:30 a.m., desayuno a las 9:00 a.m. y almuerzo a las 12:30 pm. Realiza una merienda a las 3:00 p.m. y se inyecta nuevamente insulina NPH y Cristalina a las 5:00 p.m., cena a las 5:30 p.m. y realiza su merienda de antes de dormir a las 8:30 p.m.

El Problema surge los días en que David tiene juego, ya que la hora del juego es a las 5:00 p.m. En un principio, los padres de David trataron de resolver este problema dándole una dosis menor de insulina Cristalina en la tarde (4:00 p.m.) y la cena a las 4:20 p.m., eliminando su merienda de la tarde ya que cenaba demasiado temprano. Sin embargo, este régimen provocó episodios repetidos de hipoglicemias (durante y después del juego) lo que hacía que David tuviera que tomar jugo y galletas extras, para contrarrestar el nivel bajo de glucosa en la sangre. Probablemente, estas hipoglicemias eran ocasionadas por la dosis de insulina NPH de la mañana que aún se mantenía haciendo su efecto en la tarde, sin una merienda que la pudiera cubrir. Si a esto se le agrega el incremento de ejercicio, tendrá la ecuación que da como resultado un nivel bajo de glucosa en la sangre.

Después de consultar con su médico, los padres de David trataron su problema dándole su merienda de la tarde a la misma hora (3:30 p.m.) y un sándwich adicional antes del juego (4:30 p.m.). Al terminar el juego se inyectaba su insulina (7:00 p.m.) y cenaba a las 7:30 p.m. Luego hacía su merienda de antes de dormir a las 9:30 p.m. Este horario resultaba mucho mejor.

Las demás tardes, la familia comía alrededor de las 6:30 p.m., para mantener el horario de los días de juego, en no más de una hora de diferencia. Este plan, mantuvo los niveles de glicemia bien controlados durante la tarde y la noche. Sin embargo, ocasionalmente, a media mañana se presentaba una hipoglicemia, quizás debido a la dosis de insulina NPH de la noche, pero al reducir la dosis de insulina Cristalina en la mañana, se resolvió este problema.

Los niveles de glicemia de David estuvieron bien controlados en los días de vacaciones como en los días de escuela, de modo que todo el tiempo y esfuerzo para lograr un régimen perfecto, valieron la pena.

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Controlando la Diabetes al dormir fuera de casa en vacaciones

La llegada de las vacaciones puede ser una mezcla de alegría y preocupación, ya que se acercan días de descansar en la piscina o en la playa acompañado de sus hijos. Ahora bien, estos momentos especiales pueden ser parte de una rutina diaria que es totalmente diferente a la rutina de su hijo en los días de colegio (con sus cambios de horarios y hábitos alimenticios) y puede dificultar el control de la Diabetes. En este artículo analizamos lo que puede sucederle al control de la Diabetes de su hijo, una vez que terminen las clases y además, sugerimos algunas estrategias para reenfocar el régimen de control en los patrones variables, que se presentan en las vacaciones.

Algunos cambios que pueden afectar el buen control de la Diabetes de sus hijos durante las vacaciones son: los cambios de horario, si viajan a otros países, incremento de la actividad física que realizan, la hora en que se levantan de la cama y se acuestan a dormir y si sus hijos van a dormir fuera de la casa.

Todo niño debe tener la oportunidad de pasar unos días fuera de su casa. En estos casos, se deben tomar en cuenta ciertas medidas de seguridad. Cualquiera que vaya a ser el responsable por el bienestar de su hijo(a) en esos días, bien sean sus abuelos o los padres de algún amiguito(a), deberán conocer los aspectos básicos del cuidado y control de la Diabetes, no sólo por el bienestar de su hijo(a), sino también para su propia tranquilidad.

Estrategia de Control

  • Explique bien a las personas que serán responsables por el bienestar de su hijo(a) durante su estadía en un lugar ajeno a su casa, acerca de los aspectos básicos del control de la Diabetes.
  • Además, envíeles el número de teléfono del médico de su hijo(a), el horario de comidas y una provisión extra de medicinas y cintas reactivas.
  • Asegúrese de que tengan los números de emergencia necesarios.
  • Asegúrese de que las personas encargadas del cuidado de su hijo(a) entiendan muy bien lo que significa Hipoglicemia, cuáles son sus síntomas, por qué se pueden presentar y cómo contrarrestarla rápidamente. Muchas personas no se imaginan que la vida de un niño(a) con Diabetes puede depender de que se le suministre alguna fuente de glucosa de rápida absorción como caramelos, bebidas gaseosas, chocolates, etc.  También es muy importante que éstas sepan que deben tener un cuidado aún más exhaustivo de una posible Hipoglicemia o bajo nivel de glucosa durante y después de realizar ejercicios.

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