Existen factores de riesgo que no podemos controlar, tales como, los antecedentes familiares, la edad o el grupo étnico al que pertenezcamos. En este caso, debemos hacer un esfuerzo aún mayor para disminuir el riesgo de aquellos factores que sí podemos controlar. El sobrepeso y la obesidad, sumados a la falta de actividad física (vida sedentaria), son factores de riesgo que podemos controlar y son los que representan mayor probabilidad de desarrollar Prediabetes y de que por lo tanto, más adelante, podamos ser diagnosticados con Diabetes Tipo 2.
Entre los principales factores de riesgo podemos mencionar:
- Sobrepeso u obesidad.
- Vida sedentaria.
- Estrés.
- Estenosis Hepática o hígado graso.
- Antecedentes de Diabetes en la familia.
- Mayor de 40 años.
- Ser Hispanos o Afroamericanos.
- Elevados niveles de LDL (Colesterol malo) y bajos niveles de HDL (Colesterol bueno) en la sangre.
- Elevados niveles de triglicéridos en la sangre.
- Haber tenido Diabetes Gestacional.
- En mujeres, haber tenido un bebé de más de 4 Kg (9 lb) al nacer.
- Tener Síndrome de Ovarios Poliquísticos.
La meta principal es mejorar al máximo la sensibilidad de las células a las señales de la insulina, es decir, que sean menos resistentes a la insulina, por lo cual además de realizar todos los cambios en el estilo de vida para reducir nuestros factores de riesgo, por lo general, también es necesario utilizar algunos productos naturales tales como el Picolinato de Cromo y el Selenio, entre otros, e incluso en algunos casos, se podría requerir el uso de un tipo de medicamentos para tratar la Diabetes Tipo 2 llamado Metformina.
Afortunadamente, está en nuestras manos minimizar algunos de estos factores de riesgo, con simples cambios en nuestro estilo de vida. Comer saludable, incrementar el ejercicio que realizamos, dormir bien, dejar de fumar, no consumir bebidas alcohólicas en exceso, llevar una vida más tranquila y relajada, y tratar de mantener un peso normal, son algunas de las recomendaciones más importantes para que nuestras células vuelvan a ser cada vez más sensibles a las señales de la insulina, pudiendo así podamos prevenir el desarrollo de prediabetes y en consecuencia el diagnóstico de Diabetes Tipo 2. Esto nos permitirá disfrutar de una vida más saludable, productiva y feliz.
